sábado, 9 de mayo de 2015

ATTILA TOTAL WAR. APOCALIPSIS EN TU PC



  De la mano de los creadores de Shogun Total War, Medieval Total War, Rome Total War, y así un largo etc que ha creado una marca y una filosofía de juego, Total War, nos llega un remake del Barbarian Invasion, la primera expansión oficial de Rome Total War. The Creative Assembly sabe lo que nos gusta y no puede dejar pasar la ocasión  de mejorar y con creces este título tras hacer lo propio con Rome II.

  El juego nos sitúa en los últimos años del Imperio Romano, cuando las guerras civiles, las intrigas por el poder, y los saqueos producidos por los bárbaros son la tónica habitual. Como líder de una de las facciones del juego, y son muchas, tendrás que gestionar civilmente, políticamente y militarmente a tu facción para sobrevivir a la partida, y conseguir los mayores logros posibles.

 

  Desde la Britania hasta los confines del Imperio Parto, hay un inmenso mapa para conquistar o ser conquistado. Como siempre, las mejoras en el apartado gráfico se hacen notar y mucho. Hasta nos han añadido un representante, líder de la facción, en 3D, que podemos ver en la pantalla de gestión de la facción. Muy bonito, sí señor.
  Al igual que en el antiguo Barbarian Invasion sentiremos el miedo al ver avanzar una horda por nuestro territorio e intentar atisbar dónde puede ser el mejor lugar para intentar contener la agresión y debilitar al enemigo, aun teniendo que ceder algunos pueblos. El problema será cuando sean varias hordas. Si jugáis con el Imperio Romano de Oriente seréis de los primeros en saborearlo.



  Al juego se le han añadido eventos, y en los  mensajes al comienzo de turno una serie de pequeñas secuencias artísticas sobre el contenido de los mensajes que le dan mucha vida al juego y recuerdan los tiempos del primer Shogun o el Medieval. La música como siempre le da un transfondo perfecto y en ningún momento aburre. El mapa de campaña muy vivo con un paisaje precioso pero que como el anterior juego necesita de un buen PC para poderlo disfrutar a pleno rendimiento.

  De todas las cosas, la mayor parte de las novedades de este Attila radican el gestión de los personajes, un aspecto de Rol, que le da mucha profundidad al juego, tanto en el apartado político como en el militar, e inclusoen  el civil. 

  Hay tecnologías que investigar, militares o civiles, y nunca dejéis de lado el aspecto religioso, ya que puede desestabilizar una provincia en incluso a toda la facción. Para ello viene muy bien gestionar con corrección los edictos que podemos promulgar, ya que algunos generan incremento de feligreses en la religión oficial.Cuantas más victorias tengáis, más Imperium (prestigio) para la facción y con ello más edictos, gobernadores, ejércitos, armadas, etc. Así que ¡a luchar!

  Tenemos un líder de la facción, familiares y nobles, por ejemplo en un reino bárbaro. Cuando los personajes ganan batallas reciben puntos de influencia. Esta influencia se puede gastar en acciones políticas tanto de intriga como de conseguir determinados puestos políticos. A su vez existe el control o dominio sobre la nación, y si personajes poco leales consiguen mucha influencia podrían socavar nuestra autoridad y producirse una guerra civil, lo que es un serio problema para el jugador.

 


  En muchas ocasiones te verás despojando a tu mejor General de tropas, y dejándolo en un pueblucho con dos o tres unidades, porque es poco leal y si se rebela, pues que no tenga mucha ayuda de  nuestra parte. La lealtad también se puede mejorar del mismo modo que se empeora, gestionando con eficacia los puntos de influencia con acciones correctas a nuestros fines.

  Los gobernadores son personajes que seleccionamos para poder promulgar edictos en provincias, y gobernar. Sus puntos de habilidad mejorarán la provincia y liderarán la guarnición defensiva. Todo un acierto este añadido.



  A medida que ganan batallas o tienen experiencia por el mero hecho de estar vivos y sobrevivir en la partida, los generales reciben puntos de experiencia que se pueden invertir, a medida que suben niveles, en mejoras de personaje que nos dan beneficios tanto en el ámbito civil (más ingresos, orden público en la localidad gobernada, más alimentos...) como en el militar (más moral en las tropas, menos coste de mercenarios, beneficios ofensivos o defensivos...), lo que también surge de los rasgos aleatorios que consigue el personaje, que unas veces son positivos y otras veces negativos. Como en los anteriores juegos, el personaje también puede llevar auxiliares que le dan beneficios de diversa índole.


 
  Esto mismo también se aplica a los ejércitos, que al modo de las tradiciones del Rome II, ganan experiencia con las batallas y esto se convierte en puntos de mejora con cada nivel. Las mejoras afectan a la supervivencia en zonas climáticas adversas o a su rendimiento en el campo de batalla.



  En cuanto al resto, es lo que podéis esperar un gran número de unidades en los campos de batalla, una inmersión brutal, y estrategia a raudales. Tendréis batallas por tierra y por mar, épicos asedios y sobre todo diversión.



   No lo dejéis pasar, y a disfrutar.

  Saludos desde mi humilde sillón.