domingo, 16 de octubre de 2011

Estrategia en los "dominios" de un aspirante a dios o diosecillo

  Hace algun tiempo, navegando por internet, me encontré con un foro sobre juegos de estrategia.  Es un magnífico foro cuyo nombre es puntadelanza  http://www.puntadelanza.net . Allí, en algo que desconocía, algo llamado AAR  o After Action Report, descubrí un juego que me devora horas y horas, un juego magnífico cuyo nombre es Dominions 3 http://www.shrapnelgames.com/Illwinter/DOM3/DOM3_page.html .


  En este juego, los jugadores, sean manejados por humanos o a través de la inteligencia artificial, compiten por dominar un mundo fantástico, y convertirse en el único dios que gobierne las tierras que lo componen.  Para ello tendremos un gran elenco de hechizos, objetos mágicos, y todo tipo de criaturas que podremos utilizar con multiples tretas para alcanzar la victoria.


  Lo primero que todo aspirante a diosecillo debe hacer es elegir un avatar para recorrer las visicitudes de la guerra espiritual.  Para ello según la nación y era que seleccionemos deberemos escoger un personaje que nos represente, y éste tendrá sus defectos y virtudes.  Lo mejor de todo es que es altamente personalizable, su conocimiento de los dominios de la magia, y los efectos de su dominio sobre la tierra, son configurables por el jugador. Por ejemplo podríamos seleccionar la era antigua, donde las naciones son del tipo de la Edad Clásica, el Imperio Romano, La China de los Tres Reinos, Grecia, los celtas druídicos, Atlántida... pero ya os digo, son del tipo, muy similares no iguales.

   El avatar tiene formas de diversos tipos, todos ellos basados en diversos entes mitológicos


  Por ejemplo, podríamos seleccionar a una criatura mitológica llamada Wyrm, término del antiguo inglés para denominar a una especie de criatura-dragón. Esta es una criatura muy potente, ideal para utilizarla como combatiente directo en el campo de batalla, ya que tiene altos puntos de defensa y de regeneración.    Personalizándola un poco más, podríamos añadirle un conocimiento de magia de agua hasta el nivel 9 ó 10, y así darle más puntos de defensa y una habilidad a mayores llamada quickness, y así tener más puntos de acción.




   El dominio, es una escala que, según la presencia que nuestro diosecillo tenga en una provincia, tendrá diversos efectos.  Estos efectos van desde aumentar las cosechas, la producción de materiales, la suerte en que los eventos aleatorios nos sean propicios, un mayor conocimiento de la magia, o por el contrario, y dependiendo de nuestro planteamiento inicial, que nuestra presencia provoque la muerte y la destrucción, el fuego eterno, o el frio de las nieves perpetuas.


  Una vez que hemos seleccionado todas estas variables, empezaremos los rigorosos caminos del belicismo a través de un mapa de provincias donde podremos utilizar a todos nuestros personajes, tanto al avatar como a generales, magos, asesinos, espías, profetas y monjes, etc.

  Para conquistar provincias y tener más ingresos económicos, porque como en cualquier guerra del mundo que sea, sin dinero no hay soldada, tendremos que luchar contra tropas independientes, aparte de las tropas de nuestros rivales, ya que al comienzo de la partida el mundo está dividido en numerosísimos reinos independientes, como si fuese un conglomerado de reinos de taifas.



  Para terminar esta reseña os dejo un ejemplo visual, ya que todo entra por los ojos, de lo que ocurre en una de estas épicas luchas.



  Saludos y hasta pronto,  desde mi humilde sillón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buena reseña de un juego viciante.